Guía de Nápoles

Spaccanapoli

Presentación

¡»Spaccanapoli» es uno de los paseos más emocionantes y característicos de Nápoles!

La Piazza del Gesù Nuovo al inicio de Spaccanapoli

Con este nombre se define popularmente a la arteria que atraviesa el centro de la ciudad y que se corresponde con la calle principal de la antigua ciudad griega de Neápolis: a lo largo de los siglos ha constituido siempre una de las principales arterias de Nápoles, incluso cuando en el siglo XVI la ciudad se extendió hasta la colina de San Martino, incorporando los Quartieri Spagnoli. Prepárate por tanto para un itinerario fascinante y emocionante debido a su historia, sus monumentos y sus obras de arte.

Recorreremos juntos el trazado original grecorromano, que al «partir» en dos literalmente el corazón de Nápoles, divide el centro histórico en una mitad al norte y otra al sur.

Se trata de una calle con varios nombres; comienza como via Benedetto Croce, luego se convierte en via San Biagio dei Librai y, por último, en la zona de Forcella, se convierte en via Giudecca Vecchia; en poco más de un kilómetro, paso a paso, descubrirás palacios, iglesias, obeliscos y conventos que compiten en belleza artística y arquitectónica.

Tu paseo comienza en la plaza del Gesù Nuovo, con el tramo que añadieron los romanos al inicial de origen griego, que transcurría únicamente entre la plaza San Domenico Maggiore y la via Vicaria Vecchia. El edificio con la fachada roja de estilo neoclásico se llama Palacio Pandola, y tal vez reconozcas sus balcones, ya que en la película Matrimonio a la italiana se asoman a ellos varias veces Sophia Loren y Marcello Mastroianni.

Palazzo Pandola

Deja a tu izquierda el Palacio delle Congregazioni, que está ocupado por una de las instituciones educativas más antiguas de Nápoles, y que fue diseñado a finales del siglo XVI, y acércate al obelisco de la Inmaculada, que domina el centro de la plaza. Esta columna se construyó a mediados del siglo XVIII en estilo rococó, justo en el punto en el que, a principios de ese siglo, se alzaba una escultura ecuestre del rey Felipe V de Borbón, posteriormente destruida por las tropas austríacas.

Palacio delle Congregazioni

CURIOSIDAD: si estás en Nápoles en torno al 8 de diciembre, no te pierdas el espectáculo de los bomberos que escalan los treinta metros del obelisco de la Inmaculada para coronar con flores la estatua de María.

Gesù Nuovo

Ya te habrá llamado la atención, en la plaza del mismo nombre, la fachada del siglo XV de la iglesia del Gesù Nuovo, con su característica pared edificada con salientes en forma de diamante. Junto con la vecina Casa Professa dei Padri Gesuiti y el Palacio delle Congregazioni, de los que ya te he hablado anteriormente, la iglesia formaba parte de un complejo de edificios sagrados administrados por la Compañía de Jesús. Si esta fachada te parece insólita es porque pertenecía a un palacio nobiliario, el palacio de Sanseverino: la iglesia se erigió en su lugar a finales del siglo XVI.

Sin duda te sorprenderá la magnificencia y la riqueza decorativa del interior: mármoles, estucos, frescos y decoraciones de todo tipo la convierten en una de las obras maestras colectivas del siglo XVII napolitano.

Entra ahora en el único y gran espacio central de la iglesia, al que se abren las capillas laterales, a continuación, avanza unos pasos y gírate: el espectacular fresco del siglo XVIII que cubre toda la pared interior de la fachada es una obra maestra de Francesco Solimena, y representa La expulsión del ladrón sacrílego Heliodoro del templo de Jerusalén (leer la historia).

La expulsión del ladrón sacrílego Heliodoro del templo de Jerusalén, de Francesco Solimena

En la segunda capilla de la nave derecha, llamada de la Visitación, puedes ver la tumba de Giuseppe Moscati, llamado el «médico de los pobres», el cual fue santificado a finales de los años ochenta del siglo pasado. En el oratorio del templo, además de manuscritos y diversos efectos personales, también puedes ver su escritorio, el consultorio médico y sus instrumentos de trabajo. Moscati fue canonizado por Juan Pablo II el 25 de octubre de 1987.

Tumba de Giuseppe Moscati

CURIOSIDAD: la iglesia del Gesù Nuovo esconde en su fachada un pentagrama al aire libre, con una música tallada en la pared que ahora ha sido descifrada por un historiador del arte. Esta es la música.

En cuanto salgas de la iglesia, casi enfrente, verás otra, con una arquitectura típicamente medieval: es la iglesia de las Clarisas, dedicada a Jesús Redentor y a San Luis de Toulouse, que antiguamente servía como comedor a los padres menores del cercano complejo monumental de Santa Clara.

Fachada y campanario de la Basílica de Santa Clara

Este impresionante complejo religioso, del que ya podrás ver el alto campanario, incluye la iglesia, el monasterio y el convento, y fue construido a principios del siglo XIV por orden de la esposa de Roberto de Anjou, Sancha de Mallorca. Lo encontrarás a unos pasos a tu derecha, en el cruce de la estrecha via Benedetto Croce con la via Santa Chiara: te recomiendo encarecidamente que visites todas sus maravillas: la basílica, los claustros, las salas, el refectorio y el coro.

CURIOSIDAD: precisamente a este maravilloso monumento está dedicada la famosa canción napolitana Munasterio ‘e Santa Chiara, en la que se recuerda el trágico bombardeo del 4 de agosto de 1943 que lo destruyó casi por completo.

https://youtu.be/LlQWfMk219o

Vía Benedetto Croce

Después de la obligada visita al complejo monumental de Santa Clara, vuelve a tomar por «Spaccanapoli», que en este tramo recibe el nombre de via Benedetto Croce. En la esquina con via San Sebastiano, detente delante de la iglesia de Santa Marta. Si tienes la suerte de encontrarla abierta, cruza la cancela de hierro y echa un vistazo: verás una gran cantidad de belenes realizados por artistas locales y que no tienen nada que envidiar, en cuanto a belleza y refinamiento, a los expuestos en la popular y concurrida via San Gregorio Armeno, de la que te hablaré dentro de poco.

Después de esta agradable parada folclórico-religiosa, continúa recto por la via Benedetto Croce, admirando los palacios nobiliarios, que con sus deliciosos jardines y patios y con sus salones decorados con frescos, dan testimonio del esplendor de la Nápoles de siglos pasados. Entre ellos destaca, en el número 12, el Palacio Filomarino, donde vivió hasta su muerte el ilustre filósofo al que está dedicada la calle y donde hoy tiene su sede el instituto cultural que fundó. En el lado opuesto, en el número 19, puedes ver el espléndido Palacio Venezia, antigua sede de los embajadores de la Serenísima ante el Reino de Nápoles, que recientemente se ha recuperado como sede para eventos artísticos y culturales, gracias también al encanto de sus jardines colgantes y al original patio con estructura de tres arcos.

En el número 23 tienes el Palacio Tufarelli, probablemente concebido como parte del Palacio Venezia, y en el número 45 el Palacio Carafa della Spina, con una imponente portada del siglo XVIII adornada con cabezas de leones.

Estás llegando por tanto a la plaza San Domenico Maggiore, donde el Palacio Sangro di Casacalenda te muestra orgulloso su bella fachada de orden dórico.

En el centro de esta plaza puedes admirar el obelisco de Santo Domingo, de estilo barroco, que fue erigido como exvoto después de la peste de 1656. La verdad es que hicieron falta casi cien años para que la estatua del santo se colocase en su parte superior, completando así la decoración escultórica del obelisco.

En el lado izquierdo de la plaza te señalo por último el Palacio Petrucci, o más bien su puerta de entrada, única parte que queda intacta del edificio original del siglo XV.

CURIOSIDAD: en la plaza San Domenico también puedes admirar el Palacio Corigliano, del siglo XVIII y sede de los departamentos de estudios orientales de la Universidad de Nápoles. Tal vez ya se te haya pasado un poco la edad, pero mézclate igualmente con los estudiantes que entran y salen: descubrirás algunos espléndidos interiores rococó, perfectamente conservados.

Santo Domingo Maggiore

Detrás del obelisco de Santo Domingo puedes ver, severa como el bastión de una fortaleza, la parte posterior de la iglesia de Santo Domingo, mandada construir por Carlos II de Anjou a finales del siglo XIII.

En el convento anexo de los padres dominicos, uno de los centros culturales más brillantes de Nápoles, se alojaron con hábitos de maestros o de simples alumnos algunos de los nombres más importantes de la historia de la filosofía, desde la Edad Media hasta el barroco, como Santo Tomás de Aquino, Giordano Bruno y Tommaso Campanella.

Estrechamente encajonada entre las casas y edificios de un ajetreado centro histórico, la iglesia de Santo Domingo es uno de los edificios góticos más importantes de Nápoles, construido entre los siglos XIII y XIV, y en el que te aguarda un extraordinario patrimonio de obras de arte. Entrarás por un pequeño patio, al que se llega recorriendo el vico San Domenico.

El interior es de formas amplias y solemnes, aunque arruinado por las importantes restauraciones decimonónicas, que aspiraban a «devolver» a la iglesia sus formas medievales; por desgracia, el resultado de la intervención, como notarás, no fue el adecuado. Por suerte, las obras maestras de pintura y escultura quedaron intactas, entre ellas muchas tumbas monumentales, casi todas situadas en las capillas laterales.

En la segunda capilla a la derecha te recomiendo los importantes frescos de principios del siglo XIV, la época angevina, en la que Nápoles era un punto de referencia fundamental para el arte gótico. También en el lado derecho puedes visitar la gran capilla del Crucificado, llamada así por el crucificado milagroso que le habría hablado a Santo Tomás de Aquino: es casi un oratorio privado de la familia Carafa, varios de cuyos miembros están enterrados aquí. Y no te pierdas la monumental sacristía, con espléndidos frescos de Francesco Solimena de principios del XVIII. En este lado encontrarás también restos de antiguas iglesias incorporadas en la construcción de Santo Domingo.

El altar mayor es una impresionante creación barroca con mármoles de colores, mientras que podrás encontrar importantes esculturas de los siglos XIV al XVI en las capillas del lado izquierdo.

Al salir de la iglesia, también en vico San Domenico Maggiore, pasarás delante del noble Palacio Sangro, donde vivió y murió el extraño príncipe de Sansevero. A poca distancia de aquí, anunciada por los muchos visitantes que hacen cola ante el mostrador de la taquilla, encontrarás la Capilla de Sansevero, de la que te hablaré en un archivo aparte.

CURIOSIDAD: en el suelo de la iglesia de Santo Domingo puedes ver también la lápida de la tumba de Richard Luke Concanen, primer obispo católico de Nueva York, que murió en Nápoles en 1810 antes de embarcarse para ir a su nueva diócesis.

San Biagio dei Librai

Reanuda tu paseo por «Spaccanapoli» dirigiéndote hacia la cercana piazzetta Nilo. Al atravesar este pintoresco espacio urbano encontrarás la estatua helenística que representa el río egipcio del que toma su nombre la plaza. Siguiendo con el tema arqueológico, puedes ver los restos de una bella columna grecorromana en el lado izquierdo de la cercana iglesia de Santa María Assunta dei Pignatelli, que fue edificada por la familia Pignatelli en el siglo XV como capilla anexa a su palacio.

Estás de hecho en la zona del centro histórico en la que se concentraban las residencias de las familias aristocráticas, y muchas de las iglesias y capillas que se alzan en esta parte están vinculadas a ellas. En la iglesia del siglo XIV de Sant’Angelo a Nilo, por ejemplo, encontrarás las tumbas de los miembros de la familia Brancaccio, pero sobre todo la monumental tumba del cardenal Rinaldo Brancaccio, realizada en la primera mitad del siglo XV. Piensa que las piezas de este mausoleo de mármol se esculpieron en la Toscana, luego se embarcaron en Pisa y se recompusieron en Nápoles; observa con atención especialmente el bajorrelieve central, que representa La Asunción de la Virgen: ¡es del gran Donatello!

En este punto «Spaccanapoli» se convierte en la via San Biagio dei Librai.

Uno de los libreros que tenía aquí su tienda era el padre del filósofo e historiador del siglo XVIII Giovanni Battista Vico. Hoy en día pasarás ante una serie de pequeñas tiendas y puestos que ofrecen de todo, desde talismanes a cuernos de la suerte e ¡incluso pociones mágicas! Entre los nobles palacios te señalo el Palacio Carafa di Maddaloni, del siglo XV, donde puedes disfrutar de una especial mezcla arquitectónica de estilo gótico tardío y renacentista.

Frente al palacio verás la iglesia de San Nicolás a Nilo, parte de un antiguo complejo conventual, a continuación, pasarás por delante de la iglesia de los Santos Felipe y Santiago, de fachada ligeramente retrasada con respecto a la calle, y finalmente, llegarás al Palacio del Monte di Pietà.

No te preocupes, ¡no quiero que empeñes tu reloj! Sólo te sugiero que entres en el patio para admirar su capilla, una obra maestra de la arquitectura y la decoración realizada a finales del siglo XVI. Por otro lado, en la fachada puedes admirar dos magníficas esculturas de Pietro Bernini, padre y maestro del famoso escultor barroco Gian Lorenzo, que nació en Nápoles y causó sensación en Roma en el siglo XVII.

CURIOSIDAD: en el número 81 de via San Biagio dei Librai encontrarás una tienda muy especial llamada «Ospedale delle Bambole»: repara muñecas y juguetes de todo tipo y ¡existe desde mediados del siglo XIX!

San Gregorio Armeno

Finalmente has llegado a la pequeña iglesia de San Biagio dei Librai, donde además del monumental altar mayor, se conservan las cenizas de Aurelio Severino, un ilustre médico que murió curando a las víctimas de la peste. Al lado tienes la iglesia San Jenaro all’Olmo, que esconde a su vez otra pequeña iglesia que incluye una cripta y en la que se encontraron restos de estructuras paleocristianas, el osario de los Santos Biagio y Gregorio, e incluso las tumbas de numerosos napolitanos de la zona, entre ellos el padre de Giambattista Vico.

Ahora haz un pequeño desvío del eje de «Spaccanapoli» para tomar por la via San Gregorio Armeno. En esta pequeña calle llena de tiendas de artesanía encontrarás la quintaesencia de lo napolitano: de hecho, descubrirás una miríada de fantásticos belenes y figuras navideñas, además de personajes de la comedia del arte italiana, empezando por Polichinela, así como caricaturas de conocidos personajes de la política, el deporte y el mundo del espectáculo. Pero no dejes que los belenes te distraigan del espléndido complejo monástico de San Gregorio Armeno, con su hermoso claustro del siglo XVI. Ya puedes ver delante de ti el campanario que conecta sus alas, pronto pasarás debajo de él como si fuera un puente.

Volviendo hacia via San Biagio dei Librai, pasarás delante de la puerta del Palacio Marigliano, también llamado Palacio de Capua, que actualmente es sede de oficinas administrativas: en su patio puedes ver una maravillosa escalera doble dieciochesca. Al final de via San Biagio dei Librai, Spaccanapoli cambia otra vez de nombre, ya que después de la intersección con via Duomo recibe el nombre de via Vicaria Vecchia.

Tu paseo termina con dos iglesias que tienen más de mil quinientos años: a tu derecha San Agripino a Forcella, y a tu izquierda Santa María a Piazza, siendo ambas aproximadamente de la época del emperador Constantino.

CURIOSIDAD: los artesanos que fabrican las estatuillas están siempre actualizándose: piensa que cuando murió el cantante George Michael, ¡al día siguiente su figura ya estaba en los belenes!

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