ROMANCE SEGUNDO

en que Bernardo descubre quién es su padre

En corte del Casto Alfonso,
Bernardo a placer vivía,
sin saber de la prisión
en que su padre yacía;
a muchos pesaba de ella,
mas nadie lo descubría:
halo defendido el rey
que ninguno se lo diga.
Dos dueñas se lo descubren
con maña y con maestría.
Cuando Bernardo lo supo,
la sangre se le volvía;
yendo para su posada,
muy grandes llantos hacía;
vistióse paños de duelo
y delante del rey se iba.
El rey que lo vio de luto,
de esta suerte le decía:
—Bernardo, ¿ya por ventura
codicias la muerte mía?
Dijo Bernardo: —Señor,
vuestra muerte no querría,
mas duéleme que está preso
mi padre gran tiempo había.
Merced os pido, buen rey,
me lo deis en este día.

Gran enojo cobró Alfonso
y respondióle con ira:
—Partios de mí, Bernardo,
y no tengáis osadía
de más esto me decir,
que mucho vos pesaría.
Y yo vos juro y prometo
que en cuantos años yo viva
no ha de salir de prisión
vuestro padre un solo día.
—Señor, rey sois y faredes
a vuestro querer y guisa,
mas pagáis mal quien os sirve
y os servirá todavía.
Dios ponga en corazón
de soltar mi padre aína,
que mientras él esté preso
yo este luto vestiría.

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