ROMANCE VEINTIOCHO

El Cid parte a pedir justicia al rey

Asida está del estribo
la noble Jimena Gómez,
y en tanto que al Cid le habla,
el Cid su gabán compone.
—Mirad —le dice—, señor,
vuestra sangre y la del conde
que matasteis bueno a bueno,
que las venguéis como noble.
A las cortes vais, buen Cid,
y vuestros competidores
son crueles como cobardes,
como cobardes traidores.
Al rey habrán prevenido
y a sus amigos los condes;
que es de cobardes muy propio
socorrerse de invenciones.
No acetéis del rey Alfonso
excusas, ruegos ni dones,
que mal se encubre una injuria
con afeites de razones.
Considerad vuestras hijas
amarradas a dos robles;
ante el rey buscáis justicia,
ruego a Dios que no la estorbe.
—Así suceda, Jimena,
el famoso Cid responde.
Y abajando la cabeza
picó a Babieca y partióse.

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