A Jimena, que, Antígona de mi ceguera transitoria, recreó mis días de tedio, llevándome a sacar del olvido este Romancerillo, que estaba hacía muchos años arrumbado.
A Jimena, que, Antígona de mi ceguera transitoria, recreó mis días de tedio, llevándome a sacar del olvido este Romancerillo, que estaba hacía muchos años arrumbado.